jueves, 2 de agosto de 2012

REFLEXIONES...

Estoy convencido de que el deseo y la necesidad de aprender son inherentes a la naturaleza humana, dicho en otras palabras, el estado natural del ser humano es el de aprender. Es por ello que los niños se acercan al proceso de aprendizaje con entusiasmo, con gusto y con alta autoestima. Están motivados para aprender, ansiosos por probar cosas nuevas y libres del estorboso temor el fracaso. Aprenden a través de la experimentación, aprenden lo que quieren y necesitan saber y relacionan el conocimiento adquirido con su contexto y  entorno inmediato. Su inherente creatividad es una de las herramientas más útiles para este camino de descubrimiento, y a esta le dan rienda suelta.

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